Detrás de cada concierto al que usted asiste hay esfuerzos -a veces titánicos- por cumplir los caprichos más insospechados de las súper estrellas
A veces los empresarios se ponen las manos en la cabeza ante las exigencias de los artistas, que se encuentran en el rider técnico de las presentaciones.
Es cierto que a veces no son peticiones de ellos, sino de sus managers o road managers, para congraciarse con sus estrellas. Pero casi siempre son verdaderos caprichos, a veces descabellados.
Pero hay algunos que lo exigen, porque sí, para fastidiar a los empresarios, volverlos locos y luego darse golpes de pecho.
Otros son tan descabellados, que son repudiables, como el último de la lista.
Una de las estrellas de cada Navidad, la gran Mariah Carey, exige tener un gimnasio aledaño a su camerino o a la habitación del hotel donde se quede durante sus giras. Y como si fuese poco en su camerino debe haber una gran pantalla donde se transmitan en bucle sus propios videos. Pero ahí no para la cosa, la cantante suele pedir perros, conejos y gatos pequeños para poder jugar con ellos. Ah, y también una persona que pueda arrojar su goma de mascar al exterior.
El actor de cine Eddie Murphy quien acaba de ser reconocido en los Globos de Oro, tiene un verdadero capricho cuando va a rodar. Exige que cada mañana tenga listo un nuevo conjunto de ropa interior y calcetines especiales…. Se lo pone, y al finalizar el día se los quita y los deja. Nada se lava ni se reutiliza. ¡Quizás por eso su carrera se haya relantizado tanto!
La cantante y actriz Jennifer López, por ejemplo, exige que su camerino sea de un impecable blanco, y cada objeto también lo sea, como las flores (24 rosas blancas), velones, el piso, los muebles. Todo lo más parecido a un spa. 25 toallas negras para el escenario, y bebidas como zumo de aloe, agua de coco, canela fresca y agua.
Ese capricho de todo en blanco parece ser de los más comunes, sobre todo para aquellos artistas que son muy espirituales, como Emmanuel, Ricardo Arjona o El Buki, quien además carga con una imagen de la Virgen de Guadalupe ante la cual reza.
Rihanna exige velas aromáticas «Archipelago Black Forest», en caso de no encontrarlas «por favor contacten con urgencia con su equipo», dice el rider. También necesita alfombras limpias con estampado animal por las que caminará descalza. No quiere encontrarse absolutamente nada de amarillo antes de actuar porque piensa que da mala suerte. También varios potes de jabón líquido antibacteriano y botellas de miel.
El exBeatle Paul McCartney incluye en su rider 6 plantas de interior que estén igual de llenas de hojas tanto por arriba como por abajo y sin ramas. También pide estar rodeado de lirios de Casablanca, rosas blancas y rosa pálido, y un ramo de freesias. Prohíbe expresamente el uso de producto animal o que imiten a estos, incluida la piel sintética. Esto es de muy riguroso seguimiento por su personal.
En Australia, Kanye West pidió que su conductor vistiera un traje hecho 100% de algodón para evitar usar «fibras hechas por el hombre». También exigió toallas de Versace y una máquina de granizados con dos sabores: Greygoose & limonada y Hennessy & Coca-Cola.
Madonna ha exigido durante una gira por Estados Unidos 20 lineas de teléfono internacional para llamar a sus amigos desde la comodidad de su hogar. Con ella giran duplicados de los muebles de su casa, montándolos y desmontándolos en cada parada de la gira.
Muchos rockeros veteranos como Mick Jagger, Ozzy Osbourne o AC/DC exigen entre muchas otras cosas, un tanque de oxígeno, con el fin de recuperar sus energías durante los espectáculos.
Shakira sin Piqué
Cuando Shakira salga de gira nuevamente, habrá que ver qué pide -¿acaso un Rolex y un Ferrari?- porque la última vez que pasó por este mercado las exigencias fueron algo complicadas.
Menos mal que no vino Gerard Piqué, porque habría exigido una cancha de fútbol al lado detrás de los camerinos. Eso sí, como supuestamente la acompañaban sus hijos, en el rider exigió -como en los demás sitios de la gira, un parque infantil en miniatura, para que sus hijos pudieran divertirse mientras ella hacía su trabajo. Pero, aunque el parque estuvo listo, Sacha y Milán, brillaron por su ausencia.
El más denigrante capricho
Probablemente el más denigrante, abusivo y detestable capricho de un artista lo tenga El Sol de México.
Un joven estudiante de Universidad, contratado de obrero durante uno de los montajes de los conciertos ofrecidos por Luis Miguel en el país, dijo a quien suscribe, que una exigencia que le pareció sencillamente bochornosa había sido que cuando pasara el artista del camerino a la tarima donde se iba a presentar, debían colocarse de cara a la pared, porque el intérprete de La Bikina, exigía que nadie lo mirara en el trayecto. Cero celular arriba.
En otra ocasión incluso hubo que colocarles fundas de plástico negras para garantizar el cumplimiento de ese ¿capricho? de El Sol de México.