El evangelio según San Juan establece: “En el principio era el verbo y el verbo estaba con Dios, y el verbo era Dios”. Es evidente que ante todo Dios puso sus acciones en palabras. Su poder creador y orden se comunicaron sin restricciones. El origen y esencia de las palabras es tan poderoso que determinan vida o muerte, por lo que JESÚS nos advierte en Mateo 12:36 que: “…de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”. No somos lo que parecemos, ni lo que dicen que somos, somos lo que hablamos. No eres tus circunstancias, eres lo que declaras de ellas, no eres lo que piensan de ti, sino lo que Dios dice de ti. Somos poderosa expresión, seamos bendición.
¡?Habla bendición!
El evangelio según San Juan establece: En el principio era el verbo y el verbo estaba con Dios, y el verbo era Dios. Es evidente que ante todo Dios puso sus acciones en palabras. Su poder creador y orden se comunicaron sin restricciones. El…