Si no te propones seriamente, que de todas las metas que tienes en la vida, la más importante es terminar siendo quien has sido llamado a ser, estás en riesgo de perder la perspectiva primaria y final de tu existencia. Tu alfa y omega deben besarse en una fusión congruente de felicidad y satisfacción, cada atardecer.
?A diario debes determinadamente avanzar hacia lo que debes ser: “la mejor versión de ti mismo”. No eres el resultado de desmedidos criterios sobre ti, no eres lo que dicen o piensan de ti, eres tus decisiones, tu pasión, tus valores, ¡tu pureza!? Eres más que la silueta confusa que tiembla sobre el charco profundo. Jesús, quien no te deja te dice: ¡crúzalo, escrito está, tú caminarás sobre las aguas!